Es muy difícil describir en palabras las emociones y sensaciones que viví el pasado viernes 23 de abril. El contacto de un escritor con los lectores es especial, emocionante y muy estimulante.
La alegría por compartir con los lectores un mismo placer: los libros. Cada obra es un melón por abrir, esconde una historia que está esperando un lector voraz para devorarla página a página. El momento de oler y tocar un libro es placentero.
El día de Sant Jordi representa este sentimiento a la perfección. Para mí, por ser mi primer día del libro, fue muy especial. El año pasado se frustró por la pandemia y, este, no fue exactamente como estaba previsto, pero aun así fue mejor.
Firma de libros en Librería Somnia
Por fin llegó el primer día de firmas en un Sant Jordi. Yo, sentado en una mesa de la Librería Somnia, con mis dos novelas. De 13 a 14h estuve compartiendo este momento tan especial con varios lectores.
Estuve acompañado de un compañero de la editorial, José Fernández quien había publicado en este Sant Jordi, su primer libro de no ficción «Las relaciones respetuosas, auténticas y libres».
Firmamos libros, sacamos fotos y fue una mañana excepcional.
Visita al stand de Célebre editorial
Por la tarde tocaba visita al stand de Célebre Editorial en el Passeig Lluís Companys de Barcelona. Con una cola enorme, debido a las restricciones por la Covid-19, había un ambiente destacado para visitar los stands.
Una vez dentro del perímetro pude conversar con los compañeros de la editorial y dio tiempo para alguna foto.
Una gran jornada soleada de libros y rosas para celebrar mi primera fiesta de Sant Jordi, la primera de muchas más.