Los matices de los personajes de mis novelas policíacas: Joan Molins

Hoy, empiezo a hablar de mis personajes, concretamente del protagonista de ambas: Joan Molins. Es uno de los puntos fuertes de mis novelas policíacas según la crítica literaria y, por las cuales, es una de las 6 razones por las que leer Huida hacia adelante.

Los personajes son un elemento diferenciador en cualquier novela. Con el comportamiento que muestran, dan muchas pistas de cómo son y cómo afrontarán las adversidades durante toda la trama.

No me voy a quedar solo con este artículo, sino que voy a hacer un repaso de otros personajes muy importantes en el transcurso de la trama de ambas novelas. A continuación muestro unos fragmentos de varias reseñas donde destacan este punto en Huida hacia adelante:

Octavi Pina crea unos personajes en los que nada es blanco o negro, sino en los que los matices son importantes. Matices relacionados con su comportamiento, con sus emociones.”

Anika entre libros

“Respecto a los personajes, me gustaría destacar a los criminales, ya que me ha gustado mucho el hecho de que fuesen crueles y malos de verdad.”

Libros bajo la lluvia

“Los personajes que Pina nos presenta en esta novela, están bien construidos, de hecho son de lo más humanos, con sus virtudes y sobretodo con sus defectos, que se ven muy claros en el protagonista, Joan Molins.”

Resibooks

Joan Molins, un protagonista muy humano

Un policía como Joan Molins

“Es un hombre inteligente que se toma muy en serio su trabajo, por eso lo que ocurrirá con sus compañeros le marcará y le hará replantearse su carrera.”

Anika entre libros

Exactamente así. Joan Molins es un brillante policía con una gran inteligencia. Es una muy buena persona y gran compañero. Nadie trabaja más que él. Por su cabeza se resuelven muchos de los enigmas que se va encontrando en su carrera. Pero su corazón también es muy importante en la toma de sus decisiones.

Dos Joan Molins muy distintos

En las dos novelas, debido a la diferencia temporal, nos encontramos a dos Joan Molins muy distintos, pero con algunos nexos en común.

En Huida hacia adelante, él es comisario de policía y, por lo tanto, carga con toda su carrera y experiencia en las espaldas. Curtido en muchas batallas, es un policía muy maduro que mantiene la misma inteligencia de siempre.

Además, es un gran gestor de equipos. Esta es una habilidad que se muestra a lo largo de la novela. Es el padre de una gran familia y cuida de todos.

Alejado de las calles desde hace unos cuantos años, debe recuperar en un tiempo récord ese instinto que tenía como inspector de policía. Pero no terminará de lograrlo del todo.

En cambio, en Turbulencias, él es subinspector de policía. Tiene menos experiencia, pero ya tiene un buen bagaje como policía de calle. Está en una fase de aprendizaje. Es un agente más inmaduro, pero suple esto con su gran inteligencia.

En esta novela aparece un policía más individualista debido a las circunstancias del entorno y sin su grupo de escuderos, debe resolver la investigación. Se potencia su habilidad y agilidad mental para escoger la mejor decisión en cada momento.

Otro de los puntos fuertes es su gran estado de forma que le permite realizar ciertas acciones con mucha facilidad.

Tan creíble, realista y humano

Igualmente, tanto en una como en otra novela se muestran sus debilidades. Un punto muy destacable es que no es el típico policía superhéroe sin ningún defecto. Todo lo contrario.

En ambas novelas se descubren muchos puntos débiles que le acercan más a cualquier ser humano. Por eso, en muchas reseñas destacan estos puntos: es muy creíble, realista y humano.

Algunos de los defectos más destacables de Joan Molins son: su falta de iniciativa o dudas en la toma de decisiones (sobre todo en la segunda novela), las pesadillas debido a sus secretos y miedos del pasado, la dificultad de gestionar la tensión y su falta de habilidad para hablar en público.

Esos puntos negativos son más destacables en la segunda novela y en menor medida en la primera. En Huida hacia adelante ya vemos que ha sabido pulir la mayoría de los defectos, aunque en algunos momentos aparezcan viejos fantasmas del pasado.

En resumen, Joan Molins, en la primera novela, destaca por su gestión del equipo y su experiencia, pero ha perdido su instinto de policía de calle. En cambio, en la segunda, posee una gran inteligencia y habilidad tanto mental como física, pero carece de experiencia, es más inmaduro e inseguro de sí mismo.

Se puede ver claramente la evolución del personaje en estas cuatro líneas finales.

En un próximo artículo del blog os contaré más detalles de otros dos personajes vitales en ambas historias, sus mejores amigos, Víctor Linares y Lluís Montes.